jueves, 16 de junio de 2016

DEMENTED ARE GO (IN SICKNESS AND IN HEALTH)

Carlos “Tres Pistas” miraba fijamente el techo mientras esperaba la tocada de los Demented Are Go esa noche, hoy era el día en que los Mecos, una pandilla rival, y sus amigos se enfrentarían.

“Tres Pistas” era miembro de los Neumáticos, una pequeña banda de San Jacinto que se dedicaba a pintar y marcar su territorio, con puños y sangre.

Carlos se fumo un porro, y en su mente comenzaron a dibujarse confusos recuerdos de disputas pasadas, la música comenzaba a distorsionarse a su alrededor, se filtraba a través de la habitación, y destruía poco a poco el viejo estéreo, inundaba su cabeza el “In Sickness And In Health”, su vinilo favorito. Sus primeros días de Psychobilly le habían llegado de la mano del “In Heaven” de los Meteors, pero lo que le marco definitivamente fue la actitud desenfrenada de los Demented. Hoy seria el día.

La tarde hizo acto de presencia y los Neumáticos también.

Emilio “El Estirado” había sido el ultimo miembro del crew, la violencia era su mayor pasión, amaba pintar lienzos carmín sobre piel humana, soñando se imaginaba en los pantalones de Ricky Ramirez, quien lentamente a través de los años se había vuelto su mayor obsesión, rock and roll y sangre, grandes viejos amigos, la tarde moría y la noche se trago de un bocado los últimos rayos del sol, “El Estirado” estaba listo. Hoy era el día.

Demented Are Go lleno el viejo y olvidado salón de fiestas, locura total. La noche podía respirarse, la muerte rondaba cada rincón y disfrutaba con cada mirada. Los Mecos fueron llegando uno a uno, con sus ya típicas chamarras de cuero, cadenas aquí y allá, acostumbraban vestir las mismas playeras blancas teñidas de rojo, con la sangre de viejas conquistas, viejas disputas, y la suciedad cubriendo cada gesto, cada gruñir.

“Pervy In The Park”, “Busted Hymen” y “Rubber Buccaneer” desataron el baile, frenesís total, Carlos saco su vieja navaja mariposa y le hinco la punta a un rival, sombras danzaban al rededor, el salón se lleno de un ruido ensordecedor, la confusión reinaba mientras su mano se deslizaba poco a poco dentro de la garganta de “El Estirado”.

Carlos “Tres Pistas” estaba marcado. Su triste silueta no vería la luz del Sol. Escapo a la noche, monto su estruendosa Triumph y nunca miro atrás.

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